lunes, 29 de marzo de 2010

Por ahora que triunfen los ahijados de los filicidas. Mañana vemos. Como si la inexistencia de mi hijo me lo estuviera agradeciendo, y el cuerpo de la primera dama hoy, quién sabe, presidenta o dente, al dente, una papita, de cualquier país, importador de bananas: ¿quién seré en febrero? ¿Es eso una pregunta? Hez. O se hace. Es, o se asea. PEGAN A UN TAXI BOY, TRATAN A UN BOLUDO DE ARTISTA.
No importa lo que hagas, después limpiate. Mañana se escribe: cómo sicoanalicé a un torturador. (¡Malísimo!) Una biblioteca, un cementerio. Y semen de animal. El perro el hombre y la aventura de. Si tus amigos te odian o la sal no sala, si odiás a tu madre, y a tu hermana no, la despreciás, con un cariño difícil, si ser no es, si. Si Terrabusi y vos, si vos ves el juicio a Bussi y apenas reís o da lo mismo. Si escribiste “socorro estoy viviendo” y tus hijos no ven que vendiste tu amor porque están amortajados en un Prime: pasar un día desconectado por un troyano y volver entonces a escribir un poema, o sea: un manuscrito. “[Nunca seré peronista… subiendo sin escaleras.]”

Hoyo en uno o bien aforismo de arco a arco.

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