lunes, 19 de octubre de 2009

No se atreve a llamarle poemas / A sus gansadas / Y ovinos / Ni a su vaca / A los nudos de sus dedos / Con su traquea / Con los que traquetea / El teclado sin pensar / En desnudarse
Por eso vende bombachas / Y la familia le acaricia la cabeza / Le pide un hijo / Para que tenga de hijo / Él también uno / Y así lo dejan ser / Eso que no quiere llamarse / Poeta / Bah, / Para mí es un imbécil. Cada cual tiene su opinión. Creo que también se la come (pero sólo en sueños: ojo). Quería ser intérprete de mis deseos Se creía que jugaba de local Condenado a Siberia. Y ahora al cyber. O como escribe el corrector del Word
Al caber. ¿Onde?

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